Creo que hay poca gente en la cual creer.

Me asusta la gente.
Me asusta el lado oscuro de las mentes que tuviste en un
pedestal y luego cuando el sol aclara todo puedes ver la maldad y la frialdad
de manos y corazones que pueden ofender, que pueden mentir, y hasta ocultar la
verdad de sus verdaderos pensamientos.
Que puedo decir, si estoy metida en el mundo que he elegido
vivir. Crees hacer el bien pero sales dañado. Crees abrir tu alma sinceramente
para tocar heridas, para aliviar y dejar que los sufrimientos ajenos sean por
momentos tuyos para poder estar en los zapatos de los demás.
Pero ¿corresponde realmente ayudar?
¿Corresponde ser un títere manipulado por la debilidad? ¿Por el
temor a cruzar la puerta de la verdad?
¿Que puedo pensar?
¿Que puedo sentir en un mundo con personas tan ajenas a uno? Con personas que te dan el chorro de agua más helado o caliente en la cara. Y
aun así piensas ¿puede un ser humano cambiar o reír de tras de ti?, si aprecias
con la delicada melodía poder entender una vez más, lo que significa la verdad.
Tal vez me equivoqué muchas veces,
Tal vez sea una mujer que habla demasiado, que se involucra
demasiado
Pero todo por tratar de poner orden a lo que me parece incorrecto, a lo que
dictan los principios y los valores
Todo nace y tiene un fin en mis cosas, las personas que quieran estar en mi círculo entenderán
la armonía en mi vida de vivir así, y los demás que no comprendan, que sigan su
camino como crean que es mejor. Con sus falsas caretas, con los oscuros
sentimientos pero el libro estará escrito en cada historia de nuestras vidas
con un principio y un fin para todos.
Los mismos pasos las últimas horas y los últimos respiros serán
para todos igual, hasta el momento de responder por todos nuestros actos.
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